"Pequeñas dosis de realidad van secando la piel donde todavía permanece tu herida. Donde todavía resides tú. Caerás como todos caen. Con el paso del tiempo que pesa. Con el peso del tiempo que pasa. Mientras, duele. Aquí, duele. Y aquí tamb
ién. Dolerá un poco más y luego sólo quedará la nada. Sólo quedará la vida. El despertar sin ti. Sin tu olor en mi almohada. Nada. No estuviste aquí. Nunca. Jamás. Me convenzo cada día. Au revoir, en francés. Quizás aún mejor, adieu, francés". Reflexión de hoy en un vagón de metro.
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