Datos personales

Mi foto
Pensiero stupendo.

sobre el título del blog...

No eran tres pulseras de bisutería comunes. El ruido era agudo, felino, punzante. Se metía en lo más hondo de mis oídos, viajaba hasta mi pecho y allí explotaba, dejándome sin respiración. Cada vez que escuchaba el ruido de aquellas tres pulseras de bisutería chocando entre sí en la pálida y fina muñeca de aquella mujer, mi corazón daba un vuelco y me preparaba para lo peor. Podía estar lejos, muy lejos, que yo la reconocía por el simple tintineo de aquellos abalorios.

lunes, 14 de marzo de 2011

tUS MANOS



Ahora ya sólo somos dos cuerpos extraños que no se (re)conocen. Tus manos han dejado de ser tus manos en mí, en mi cabeza tus manos ahora ya sólo son manos, extrañas, blancas, húmedas, frías... sólo eso; ya no son tus manos en mí, sólo son manos, extrañas, ajenas, otras, las que durante tiempo me han faltado y he imaginado hasta conseguir tenerlas delante de mí. Ya no son mías. De otra, quizás. De nadie. Sólo tuyas, a lo mejor. O ni eso, abandonadas... Me costaría volver a (re)conocerlas, a incorporarlas en mi cabeza, a besarlas, a amarlas. Me resultaría muy difícil, pues forman parte de tu cuerpo, de tu razón, de todo tú: el que me ha hecho tanto daño. ¿Cómo podría volver a amar algo que forma parte de alguien que me ha hecho sufrir? Tus manos me asfixiaron sin asfixiarme. Acabaste con tus manos en mí y en mí tus manos me asfixiaron. Acabaste conmigo. Y no. Ya no amo a tus manos.


Mientras el aire sopla en el tejado, nosotros permanecemos aquí, sobre este colchón en el suelo, abrazados. No existe nada más que nuestras respiraciones, mi cabeza sobre tu pecho y tus manos acariciándome el cabello.


Archivo del blog

Seguidores