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Pensiero stupendo.

sobre el título del blog...

No eran tres pulseras de bisutería comunes. El ruido era agudo, felino, punzante. Se metía en lo más hondo de mis oídos, viajaba hasta mi pecho y allí explotaba, dejándome sin respiración. Cada vez que escuchaba el ruido de aquellas tres pulseras de bisutería chocando entre sí en la pálida y fina muñeca de aquella mujer, mi corazón daba un vuelco y me preparaba para lo peor. Podía estar lejos, muy lejos, que yo la reconocía por el simple tintineo de aquellos abalorios.

martes, 30 de noviembre de 2010

pOR MÁS QUE CUENTES SIEMPRE SALDRÁN 3

Dime qué te hizo pensar que podrías entrar en La Historia de MI VIDA sin salir perjudicada... Creíste que serías la única y exclusiva. Pero no ha sido así. Ni será. Y eso es algo con lo que tendrás que lidiar toda la vida porque, ¿sabes? quien la hace, la paga. Y aunque me robaste la Historia de MI VIDA, también me quitaste el gran peso de soportar la infidelidad.

Buena suerte, S. La otra S, claro.

domingo, 28 de noviembre de 2010

hA SIDO SIN QUERER

Sin querer, ya empezaba a acostumbrarme.
Yo también lo tenía todo claro, lo prometo.
(Quiero creer que) He escapado de tu vida posible.
Pero es tu muro el que me ha echado.
Lo que me provocas, ojos.
Lo que me provocas, pelo.
Lo que me provocas, voz.
Si te sirve de algo y entiendes el mensaje,
pronuncia esta palabra: piel.

dEL TIEMPO POSIBLE

Empezaba a acostumbrarme a la ausencia de peligro. A una línea recta que tenía el final perdido en algún rincón del universo. Ahora evoco alguno de nuestros momentos en mi retina cerebral y todo me parece muy antiguo. El tiempo con dolor se hace más pesado de lo que realmente es. Cuando hay tiempo con dolor, los días no son días, sino semanas, y las semanas, meses. Los meses, años.
Tengo imágenes nuestras de hace años.
De nuevo he echado a correr cuando el miedo ha aparecido.

nADA

Nada. Ni un nudo en la garganta. Ni las ganas de llorar. Ya no queda nada, ni siquiera la cabeza gacha y ver la vida que pasa. Ya no queda la esperanza, ese pedacito de final destinado al tiempo. No queda nada. Nada de nada. Ni la indiferencia.
No queda tu recuerdo. No. Sólo queda la nada: un gran vacío en el pecho. Tu imagen en mi cabeza ahora es la sensación de lluvia resbalando sobre el cristal de mi corazón.

domingo, 21 de noviembre de 2010

dOSIS DE DOLOR

Nos inyectamos pequeñas dosis de dolor como si se trataran de pruebas de amor. El grado de respuesta al dolor inyectado depende del amor que sentimos el uno hacia el otro.

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