Bastó una mirada para dejarnos llevar. Abandonarnos al mundo de los sentidos. Acepté. Aceptaste. Y nos adentramos en un juego del que tú sabías como salir. Pero yo no.
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sobre el título del blog...
No eran tres pulseras de bisutería comunes. El ruido era agudo, felino, punzante. Se metía en lo más hondo de mis oídos, viajaba hasta mi pecho y allí explotaba, dejándome sin respiración. Cada vez que escuchaba el ruido de aquellas tres pulseras de bisutería chocando entre sí en la pálida y fina muñeca de aquella mujer, mi corazón daba un vuelco y me preparaba para lo peor. Podía estar lejos, muy lejos, que yo la reconocía por el simple tintineo de aquellos abalorios.
domingo, 5 de febrero de 2012
vENDETTA
"Ahora mismo podría hacer algo que cambiaría la vida de dos personas para siempre y me elevaría por encima de ellas. Dejaría claro dónde reside la sinceridad y lealtad en este amor a tres bandas. Cerraría una historia muy lejana. Tengo lo que se necesita para ser libre: la verdad. La tengo en mi mano. Con ella, podría ganar la guerra. No la batalla, la guerra. Rompería dos corazones pero sanaría el mío. ¿Es lícito romper dos corazones si fueron ellos los que rompieron el mío? La venganza se sirve en un plato frío... y estos espaguetis llevan cuatro años encima de la mesa".
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