Vivir... querer vivir... Pasará el tiempo y habiendo querido vivir a lo grande, habrás dejado pasar aquellas pequeñas cosas en las que reside la felicidad. Vivir no implica llegar a grandes conclusiones, ni esperar fuegos artificiales. Vivir es vivir. Te pasará esta vida, la única que hasta el momento sabes con certeza que tienes y, habiendo querido vivir, no habrás vivido.
Bastó una mirada para dejarnos llevar. Abandonarnos al mundo de los sentidos. Acepté. Aceptaste. Y nos adentramos en un juego del que tú sabías como salir. Pero yo no.
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sobre el título del blog...
No eran tres pulseras de bisutería comunes. El ruido era agudo, felino, punzante. Se metía en lo más hondo de mis oídos, viajaba hasta mi pecho y allí explotaba, dejándome sin respiración. Cada vez que escuchaba el ruido de aquellas tres pulseras de bisutería chocando entre sí en la pálida y fina muñeca de aquella mujer, mi corazón daba un vuelco y me preparaba para lo peor. Podía estar lejos, muy lejos, que yo la reconocía por el simple tintineo de aquellos abalorios.
domingo, 5 de febrero de 2012
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