RAE:absurdo, da.(Del lat. absurdus).
1. adj. Contrario y opuesto a la razón; que no tiene sentido.
U. t. c. s.2. adj. Extravagante, irregular.
3. adj. Chocante, contradictorio.
4. m. Dicho o hecho irracional, arbitrario o disparatado.Hay cosas muy absurdas.
El mundo entero está lleno de cosas absurdas. La vida misma es absurda. Momentos absurdos. No sé por qué pero siempre son los que se acaban viviendo con más intensidad. Y son los que siempre se acaban recordando con más nitidez.
¿Por qué? "Bo..." intentar buscar una respuesta es algo absurdo. Pero si hay algo que tengo claro en estos momentos de absurdidad es que hay que saber encontrar el límite de las cosas. Saber dónde empiezan. Saber dónde acaban.
Voy a aplicar una analogía entre mi pensamiento de hoy y la búsqueda de la felicidad según Epicuro: el placer en reposo. Los excesos no procuran la felicidad. Es absurdo empeñarse en algo que ya ha caducado. Y el porqué a esto no es algo absurdo, pues el objetivo de ello es la felicidad... que no es absurda...mmm... o sí.Y es justamente ahí cuando en mi mente empiezan a surgir pequeñas preguntas estrella que se acumulan todas formando un pequeño paquete de papel de color marrón, con un buen interrogante negro dibujado encima:
¿Por qué nos empeñamos en ser felices?
¿En que consiste la felicidad?
¿Se encuentra la felicidad?
¿Es para siempre la felicidad?
Podría seguir filosofeando sobre mis pensamientos de domingo a última hora... es más, me encantaría. Pero, como he dicho antes, hay una cosa que tengo clara y que, en los últimos meses he aprendido muy pero que muy bien: hay que saber encontrar el límite de las cosas. Y el límite de esta parrafada ha llegado aquí. Es absurdo poner más. Es absurdo poner menos.
1. adj. Contrario y opuesto a la razón; que no tiene sentido.
U. t. c. s.2. adj. Extravagante, irregular.
3. adj. Chocante, contradictorio.
4. m. Dicho o hecho irracional, arbitrario o disparatado.Hay cosas muy absurdas.
El mundo entero está lleno de cosas absurdas. La vida misma es absurda. Momentos absurdos. No sé por qué pero siempre son los que se acaban viviendo con más intensidad. Y son los que siempre se acaban recordando con más nitidez.
¿Por qué? "Bo..." intentar buscar una respuesta es algo absurdo. Pero si hay algo que tengo claro en estos momentos de absurdidad es que hay que saber encontrar el límite de las cosas. Saber dónde empiezan. Saber dónde acaban.
Voy a aplicar una analogía entre mi pensamiento de hoy y la búsqueda de la felicidad según Epicuro: el placer en reposo. Los excesos no procuran la felicidad. Es absurdo empeñarse en algo que ya ha caducado. Y el porqué a esto no es algo absurdo, pues el objetivo de ello es la felicidad... que no es absurda...mmm... o sí.Y es justamente ahí cuando en mi mente empiezan a surgir pequeñas preguntas estrella que se acumulan todas formando un pequeño paquete de papel de color marrón, con un buen interrogante negro dibujado encima:
¿Por qué nos empeñamos en ser felices?
¿En que consiste la felicidad?
¿Se encuentra la felicidad?
¿Es para siempre la felicidad?
Podría seguir filosofeando sobre mis pensamientos de domingo a última hora... es más, me encantaría. Pero, como he dicho antes, hay una cosa que tengo clara y que, en los últimos meses he aprendido muy pero que muy bien: hay que saber encontrar el límite de las cosas. Y el límite de esta parrafada ha llegado aquí. Es absurdo poner más. Es absurdo poner menos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario